Nuestra fiesta del color amarillo fue genial.
Al llegar saludamos al perro Pluto de ese color, con el tradicional cuenco de lacasitos donde tenemos que comermos el amarillo la motivación está asegurada.
Al llegar saludamos al perro Pluto de ese color, con el tradicional cuenco de lacasitos donde tenemos que comermos el amarillo la motivación está asegurada.
Ya con nuestras familias habíamos preparado una manualidad de ese color, y así completamos nuestro mural.
No podía faltar el pintar con el color " yelow", y con los globos gigantes que trajo la seño jugamos en psicomotricidad.
Sin duda las canciones también nos ayudaron a reconocer cosas amarillas a nuestro alrededor así como la poesía que tan bien nos sabemos ya.
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